16 de junio de 2023

Bruce Asperger Capitulo 318


Cansado estaba cuando se repetía como cada día, que había pagado por ver esta puta película hasta el final y que no se iría hasta que lo echaran. Disfrutaba cada momento de paz y silencio como el mayor regalo que se pudiese tener. Solía ir al pasado a revisar cosas porque aun seguía aprendiendo, pero seguía sin encontrar la razón de por qué todo esto.

Podía tener pequeños lujos como refugiarse en momentos alegres o situaciones positivas. Sus preferidas eran los primeros besos. Echaba de menos esa sensación de crear un universo nuevo con un primer beso.

En esas visitas a otras épocas siempre le pasaban destellos de recuerdos en rescoldos olvidados de su mente que en la vorágine de destapar memorias, a veces se colaban y tomaban vida propia incorporándose a la larga cadena de meditación.

Le vino a la mente Bruce Aperger, ahí mismo frenó la cadena de imágenes a repasar y se centró en la búsqueda por este nombre. Encontró el recuerdo intacto y decidió sacarlo a la memoria de medio plazo para disfrutar de él más seguido.

Estaba en primaria, recuerda que tenía pañoleta azul y blanca. Los demás muchachos siempre lo estaban molestando por un par de razones 1- Porque leía muchos libros de todos los temas y 2- porque tenía muchas amigas y no le gustaban los amigos ni los juegos de varones.

Básicamente la mezcla de impotencia-envidia del comportamiento típico de manada molestaba bastante a Josef quien estaba siendo retado constantemente a pelear o competir y precisamente era lo último que deseaba, pues sus intereses en este planeta eran diferentes que la muestra de energía y poder típico de los muchachos de esa época. Siempre compitiendo en lo que Josef escapaba, lograron convencerlo para un reto. De mala gana aceptó haciendo prometer que sería el último. Era un reto pacífico, atractivo. Una simple competencia de dibujo.

 Hablaron con las maestras para que fueran moderadoras y se reunió casi media escuela en una especie de teatro que tenía aquella casona post colonial de línea y 14 en el vedado. Tema libre, Josef preguntó varias veces para asegurarse.  Les dieron a escoger, hojas o cartulinas, Josef tomó un paquete de hojas y con sus lápices empezó a garabatear una en cada mano.

Los que estaban de espectadores ladeaban la cabeza tratando de entender aquellas líneas de distintos grosores que terminaban fuera de la hoja sin completar ninguna figura, Josef iba cambiando de hojas como si estuviera inconforme con el dibujo anterior sin pies ni cabeza e iba tirando los papeles a medio estrujar a un lado, en lo que seguía llenando de líneas hojas en blanco como si no hallara rumbo en que dibujar finalmente. Su velocidad iba aumentando como si el desespero hiciera presa de sus manos que cada vez se movían más rápido pero seguían sin entender. El otro concursante dibujó en una sola hora todo y había entregado su resultado, Josef seguía emborronando hojas y más hojas hasta que la maestra decidió pararlo

- Josef... ya vamos a terminar...

Josef aceleraba más la vibración de sus manos con los lápices sobre hojas que se fatigaban y se estrujaban bajo la presión del grafito tembloroso.

- Josef... ya...

- No he acabado maestra - dijo con una breve mirada de tristeza, como si este planeta que siempre le pareció lento, ahora le pareciese rápido.

- Pero ya Josef... - la maestra delicadamente y con mucho cariño recogió el cartapacio de hojas y se encogió de hombros cuando las demás maestras le preguntaban si podía reconocer algo en lo que Josef  había dibujado. Salió por la puerta a toda velocidad frustrado sin hablar ni mirar a nadie, eran más de las 5 de la tarde y se iba a perder la puesta de sol en 12 y malecón. Fue apurando su paso en lo que trataba de olvidar la absurda escuela que le consumía su paciencia cada día como un castigo que tenía que cumplir sin saber por qué.

En la escuela, la maestra repasaba las hojas una a una tratando de encontrar alguna lógica en tantas rayas de distintas presiones y ya cansada de un día largo estaba dispuesta a dar los premios e irse a su casa, quedando Josef en último lugar porque su dibujo era descalificado al no tener ningún sentido para los presentes, cuando del público gritando las decisiones del jurado, a gatas, una niña extremadamente delgada, de piel india tostada, pelo castaño quemado del sol y unos raros ojos entre amarillos y verdes, arrebató de las manos de la maestra, el paquete de hojas con los dibujos de Josef y echó a correr como alma que lleva el diablo tratando de salir de la escuela. La maestra estupefacta, calmadamente llamó a otra maestra que estaba en la puerta del recinto y esta sin mucho esfuerzo detuvo a la chica tomándola de la muñeca antes que lograra salir de la escuela. Con voz amable le advirtió que no podía salir ningún niño hasta la hora de salida y que fuera recogido por sus padres, la niña tiró los papeles al suelo y ella misma se descolgó hasta que la maestra la soltó, los demás niños venían corriendo y las maestras, hasta que una preguntó:

- Habana! Por qué hiciste eso?

- Es que no lo entienden maestra!!! No lo entienden!! - Habana se restregaba por el piso poniendo una hoja de lado a la otra como una gran mosaico con sumo desespero y rapidez hasta que se vio.

La escuela hizo silencio mirando aquello. Era un dibujo de un actor de sus películas preferidas, Bruce Lee pero en 48 hojas en una disposición de 6 hojas de ancho por 8 hojas de alto.

En medio del silencio, una de las maestras murmuró  - ...El Asperger...

Y ya el resto de los muchachos comenzaron a disfrutar un apodo nuevo para el bulling del lunes.

Bruce Aperger.

Si, la niña era Habana Del Mar.

Si, Josef estaba disfrutando la puesta de sol.